TEMA EDUCATIVO
CONOCIENDO LA DEPRESIÓN
Lo primero que sería conveniente al
abordar el tema de la depresión es el aclarar la falsa creencia de que es
una enfermedad extraña, lo contrario, se da con mucha frecuencia y casi
todos nos "deprimimos" alguna vez; puede ser la respuesta
normal ante cierto tipo de situaciones, como el desarraigo cuando se emigra a
otra zona geográfica u otro país, ante una situación de tensión o estrés
prolongado, acompañando una enfermedad limitante o luego del alejamiento de una
persona querida, puede presentarse ante la frustración del tratar de
aferrarse a una forma de relacionarse propia de una etapa del desarrollo que ya
pasó y ver que no resulta, etc. Existen muchos motivos que pueden
conducir al inicio de una depresión, lo extraño sería que uno no se deprimiera
nunca. Puede ser leve, moderada o mayor, dependiendo de la intensidad de los
síntomas, causas y duración. Se puede mostrar “colorida” con todos sus síntomas
o encubierta. Las depresiones leves y moderadas pueden ser superadas
por propio esfuerzo y con el apoyo de la familia; la depresión severa o
mayor, además de lo anterior requiere el apoyo de profesionales especializados
y con experiencia en el tratamiento de la depresión.
La depresión es una enfermedad
común y tratable, afecta al 5% de la población y a menudo
vuelve a reaparecer después de que se ha acabado con el tratamiento. Se
estima que actualmente hasta el 3% de la población estadounidense padece un
trastorno depresivo mayor y que es uno de los diagnósticos más frecuentes en la
práctica general. A pesar de que puede tratarse con medicamentos,
los antidepresivos tardan de dos a tres semanas en mostrar su efecto
completo y los organismos pueden responder de manera diferente en cada caso.
En el Reino Unido, los médicos generales
diagnostican casi dos millones de nuevos casos de depresión cada año. Ya que un
síndrome depresivo puede ser desencadenado por numerosos factores físicos y
psicológicos, y ya que algunos síntomas se prestan a confusión, el
diagnóstico requiere evaluaciones completas del estado físico y mental de los
pacientes, las cuales pueden tomar tiempo. Cada vez más, se reconoce que la
depresión requiere un tratamiento prolongado. Después de la
suspensión del tratamiento a corto plazo de los síntomas vuelven a aparecer
aproximadamente en el 50% de los casos, lo cual traduce un tratamiento
inadecuado del episodio depresivo más que la aparición de un nuevo episodio. El
tratamiento de mantenimiento de la depresión representa hoy en día una práctica
clínica bien aceptada. El tratamiento eficaz de la depresión mayor no sólo
mejora la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también puede mejorar
problemas médicos asociados.
Desde que Kraepelin utilizó el
término "estados depresivos" han habido distintas definiciones y
clasificaciones, el "Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders" (DSM-III-R) considera a este grupo como "trastornos del
estado de ánimo". Bajo el nombre de depresión se agrupan una variedad de
estados clínicos: desde la alteración del estado de ánimo a una condición que
puede poner la vida misma en peligro. La
Depresión es un estado emocional de abatimiento, tristeza, sentimiento de
indignidad, de culpa. La misma lleva al que la siente, a la soledad, la pérdida
de motivación, el retraso motor y la fatiga. Puede llegar incluso a convertirse
en un trastorno psicótico donde el individuo se queda completamente
incapacitado para actuar en forma normal en su vida de relación. La
depresión mayor se acompaña frecuentemente de síntomas de ansiedad. Los
pacientes deprimidos y ansiosos sufren una sintomatología más severa, tienen
una respuesta reducida al tratamiento convencional y presentan un más pobre
pronóstico que los pacientes sin ansiedad concomitante.
SÍNTOMAS
Los síntomas más
frecuentes son:
· Autoconcepto
empobrecido. La persona deprimida muestra una marcada tendencia a
sentirse ineficiente, inadecuada e inútil y atribuye sus experiencias
desagradables a un defecto físico, moral o mental. Tiende a rechazarse a sí
misma, ya que cree que los demás la rechazarán.
· Una
consideración negativa del mundo. Se siente derrotado
socialmente. Considera al mundo como si le hiciera enormes exigencias y
presentara obstáculos que interfieren con el logro de los objetivos
de su vida. Las personas deprimidas se consideran desgraciadas, frustradas,
humilladas, rechazadas o castigadas.
· Pesimismo
marcado. Mira el futuro casi sin esperanza. Ve el futuro
desde una perspectiva negativa y le da vueltas a una serie de expectativas
negativas. El deprimido prevé que sus problemas y experiencias comunes
continuarán indefinidamente y que se le amontonarán otros mucho peores en su
vida.
· Tienden
a deformar sus experiencias, malinterpretan acontecimientos concretos
e irrelevantes tomándolos como fracaso, privación o rechazo personal.
· Exageran
o generalizan excesivamente cualquier situación por más sencilla
que sea, tienden también a hacer predicciones indiscriminadas y negativas del
futuro. Perciben que todo siempre va a ir en contra suyo, acentuando lo
negativo hasta casi excluir los hechos positivos.
PREVENCION Y TRATAMIENTO
Hay algunas pautas que
pueden ser útiles para evitar caer en la depresión y facilitan salir de ella
cuando esta recién asoma, es leve o moderada y se trata de una de una respuesta
a una situación temporal:
· Establecer
una red de soporte social y amistades. Ejemplo: Agrupación de ex
alumnos, Colegio de profesionales, grupo parroquial, curso de idiomas, artes,
computación, trabajo social, colonia de extranjeros, etc.
· Ocupar
el tiempo en actividades nuevas y productivas, que de
preferencia se traduzcan en nuevas rentas. Muchas veces caemos en
una rutina de actividades reducidas e improductivas sin darnos cuenta, trayendo
como consecuencia el empobrecimiento de nuestras relaciones humanas, culturales
y económicas. Es conveniente romper esa rutina realizando alguna
actividad que nos hubiera gustado desarrollar y hemos pospuesto; lo ideal es
encontrar entre esos intereses postergados alguno que se traduzca en mayores
ingresos económicos y nos relacione con gente que comparte el mismo tipo de
interés.
· Tener
un programa moderado y constante de ejercicios. Ya está comprobado
que existe un compuesto hormonal que está relacionado al “tono vital”, se le
llama serotonina, la "hormona de la alegría", el
cuerpo la sintetiza naturalmente (sin costo alguno) al realizar ejercicio
muscular intenso en forma regular. Los diferentes tipos de danza y artes
marciales son buenas alternativas.
· Poner
más atención al cuidado físico y arreglo personal. Al inicio de la
depresión se aprecia despreocupación en el cuidado de la apariencia personal,
lo que a su vez hace que al vernos al espejo o recibir comentarios al respecto nos
sintamos peor todavía. No hay que bajar la guardia, se
debe procurar mantener la atención por lo menos en el aseo y cuidado personal.
· El
estrés y la depresión coinciden orgánicamente por estar presentes en
situaciones de caídas en el nivel de las vitaminas y minerales (Zinc, Magnesio,
etc.), lo que a su vez acentúa el estrés, facilitando el ingreso a la
depresión; creándose un círculo vicioso; el mismo que se debe romper
tomando suplementos vitamínicos que contengan el Complejo B, C y A, los
minerales mencionados o específicas para el estrés.
Estos consejos pueden ser efectivos para
prevenir la depresión o cuando está en su fase de inicio y el origen no es de
mayor relevancia para los planes y metas de vida de la persona.
Sin embargo si esta se debe a la pérdida
real o virtual de alguien que constituye un eje afectivo en la vida del sujeto,
si la depresión ya está instalada por más de 3 meses, si está asociada a la
presencia de ansiedad, con dolor existencial e interfiere en la efectividad laboral;
entonces no sólo es necesaria la psicoterapia, sino que puede ser conveniente
el uso de psíquico fármacos para compensar bioquímicamente a la persona y es el
psiquiatra el profesional indicado para recetarlos.
Desde luego que no es suficiente con el
tratamiento farmacológico, también es necesaria la psicoterapia a fin de
"reparar" las estructuras mentales y afectivas que han sido afectadas
por el evento o situación desencadenante; igualmente es necesario guiar o
acompañar a la persona en la re elaboración de su “nueva vida" y el
proceso psicoterapéutico debe ser conducido por un profesional debidamente
entrenado.
Es conveniente señalar que se debe
ser muy cuidadoso al "aconsejar" o "intervenir" en los
casos de depresión, especialmente si no se ha realizado la evaluación que
permita conocer el nivel de profundidad y las causas de la misma, pues si bien
existen que algunas que son "fácilmente manejables" y nuestra
intervención puede o no tener mayor trascendencia, igualmente hay
otras en las que el daño a la integridad de la personalidad es tal que un
desacierto puede conducir a un desenlace lamentable.
DEPRESIÓN INFANTIL
Entre un 8 y un 10 por ciento de la
población infantil sufre depresión. El porcentaje medio de la depresión
infantil es de un 2 por ciento para la depresión mayor y un 6 por ciento para
el trastorno distímico; la depresión es más frecuente en las niñas, sobre todo
a partir de la pubertad y varía con la edad, cuanta más edad, mayor es el
porcentaje de niños deprimidos, estos porcentajes que se incrementan en la
adolescencia hasta el 15 por ciento. Esto se produce porque la capacidad de
percepción del niño evoluciona con la edad. La incidencia de la depresión es
mayor en las clases sociales deprimidas, aunque los niños de clase alta también
tienen depresiones.
Una característica que favorece el
tratamiento de la depresión y otras enfermedades en los niños es la
plasticidad; así como se pueden afectar rápidamente por una serie de eventos,
igualmente, la misma plasticidad en la personalidad del niño favorece una
pronta recuperación.
El modelo de sociedad actual ha
generado que los niños pasen cada vez más tiempos solos. Los padres pasan gran
parte del tiempo tratando de ganar dinero y de mantener la vida social que
creen necesaria, pero dedican pocas horas al niño y la soledad les
lleva a la depresión. No se pueden reemplazar el “calor humano” por cosas o
confort.
También es importante, el proveer al
niño de cierto nivel normal de frustración, porque el mundo le espera con
frustraciones más adelante y la sobreprotección o engreimiento excesivo sólo
conduce a niños caprichosos y tiranos dentro del medio familiar, pero retraídos
en relación al mundo exterior.
El niño deprimido manifiesta su
malestar creando problemas para que se le preste atención. Se muestra triste,
aburrido, irritable, retraído, tiende a la soledad o a la rebeldía.
Algunos niños llegan a suicidarse. No
todos los niños deprimidos son adultos deprimidos, pero casi todos los adultos
deprimidos han sido niños deprimidos.
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